Monday, November 21, 2011

Un castrismo sin comunismo y un fidelismo sin Fidel.

Por Hubert Matos Alaruce.
domingo 20 de noviembre de 2011


No hay mejor clave para entender las acciones de alguien que conocer su personalidad. Por eso para descifrar al castrismo de hoy hay que estudiar la idiosincrasia del hermano menor.

Los dos Castro son astutos y bribones. Pero mientras a Fidel lo ha dominado el exhibicionismo y su enfermedad por demostrar que es el mejor en todo, Raúl siempre ha querido esconder sus inferioridades.
En la guerrilla la comandancia de Raúl Castro era un lugar seguro. Siempre evitó el combate. Cuando alguna vez tuvo cerca el peligro demostró una gran habilidad para desaparecer.

Fidel Castro tampoco fue un combatiente pero trató de simularlo. Raúl ni lo intentó. Raúl Castro prefiere conspirar. Siempre se vale de la intriga para lograr lo que quiere sin arriesgarse.

En los cálculos de Raúl no hay preocupaciones intelectuales ni exigencias ideológicas. A él no le interesa ni el comunismo, ni el capitalismo, ni ningún ismo. Él será lo que tenga que ser con tal de sentirse seguro.

No busca el poder para que lo admiren sino para no sentir miedo. Raúl Castro no tiene las ínfulas de Hitler ni de Mussolini como Fidel. Sabe que no es muy inteligente. Es metódico y no tiene escrúpulos.

Raúl Castro prefiere ahogar en alcohol sus odios y frustraciones que hacerlo en una plaza pública donde la depresión y la falta de control lo pueden hacer quedar en ridículo. Le ha sucedido varias veces.
Cree que en el mundo no hay un lugar donde pueda esconderse. Por esa razón hasta ahora piensa que quedarse en Cuba es menos peligroso que irse a cualquier otra parte.

Para esto tiene que repartir el país en una buena piñata entre sus hombres claves y hacer lo que tenga que hacer para que Washington también quede contento. Se arrima a la Iglesia para que lo ayude a inventar un fidelismo sin Fidel y un castrismo sin comunismo.

Raúl odia profundamente a Fidel. Quiere destruir al fidelismo para complacer a mucha gente pero tiene también la necesidad de borrar todo lo que recuerde a Fidel como alguien que tuvo todo lo que le falta a él.
Raúl será lo que tenga que ser por no perder el poder. Un social demócrata para los brasileños, un galleguito para los españoles, un católico para el Papa y un pragmático para los estadounidenses.

Fuente: Blog Patria, Pueblo y Libertad.

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